Cuando alguien decide algo, lo que sea, lo que considere oportuno para sí. Por más que nos empeñemos en hacerle ver cómo podría ser otra de las posibles elecciones, o que esa que ha tomado como la buena no es la más apropiada de las posibles - debemos sin más - desistir de nuestro empeño aunque este haya sido sólo de pensamiento.
Seguramente conoces o algo puede hacerte resonar en la memoria guardada desde tiempos remotos tal vez, o en el viaje de la infancia hasta este ahora en que lees, hayas escuchado algo parecido a:
"Has de aprender desde las circunstancias de los otros. Procura observar a los otros sin sufrir en tu propia carne las experiencias. Mira lo que le ha ocurrido a "ella" o a "él" y así, ya verás como si me haces caso en esto que te digo, no te pasará a ti..."
Podría seguir con más frases del tipo de expresiones pero, seguiría diciendo lo mismo que creían nuestros padres o mayores: Se puede y se debe aprender en cabeza ajena...
Y cuando sientes la vida y te haces el verdadero tomador de tus riendas, reconoces que más lejos de aquellas creencias. Hemos de experimentar nuestras propias vivencias para aprender, para aceptar, para poder avanzar en nuestro camino aún sin que sepamos el lugar al que vamos
Tenemos un sin fin de opciones, sí, entre las cuales creemos o intuimos que debiera ser algo de otro modo, pero todo es del modo que ha de ser y por el motivo preciso que necesitamos reconocer y aceptar para poder seguir hacia una nueva meta, por el largo del sendero que transitamos.
Namasté, EYA Creadora
Comentarios