Queremos ocultarnos con máscaras, luces o tras las propias sombras que aparecen con la niebla de la incertidumbre, del miedo a ser en nuestra totalidad sinceros con nosotros mismos, por pánico a hacer frente a la existencia que vivimos en el propio momento que, es real aunque no es nuestra propia verdad. Sí es el resultado de nuestras decisiones, a la vez que también es lo hemos pedido, y con todo puede no ser, al mismo tiempo, el camino a seguir.
Lo que a veces permanece oculto, o nosotros mismos escondemos, nos permite ver claramente, la realidad del presente real que tenemos, el lugar por dónde no ir, e incluso la salida a todo ello, falta la gran toma de decisión para hacer y seguir en nuestro propósito, sea cual sea que tengamos que aceptar.
Somos, afortunadamente, grandes y profundamente intensos como la propia vida!¡!
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©AsunAdá
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