Riesgos

Has de tener claro que caminando se llega a dónde sea que quieras ir, siempre. Nuestros propósitos han de estar claros como para encauzar un modo de lograr aquello que no proponemos.

Todo cambia de ser cuando nos quedamos estáticos, cuando hacemos que no sabemos sin escucharnos, sin oírnos, sin prestarnos la atención necesaria, ahí es cuando todo se para y se queda sin vida que crezca.

¿Prefieres arriesgar y vivir la vida desde la sinceridad contigo mismo, o quieres quedarte en lo conocido por el simple hecho de tener a dónde llegarás?


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©AsunAdá


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