Aprender

Quizás en alguna ocasión te has sentido que han utilizado tu idea, tus palabras, tu dibujo, tu sensación expresada, tus letras... En definitiva tu creación, sea cual fuere esta.

Agradable es aprender de las personas, con esas a las que un gracias, ni se les escapa de la boca porque no les nace en el corazón. Lo han maltratado tanto que lo han enmudecido a sus propios sentimientos refugiados en lo más interno de su alma, como un mero recuerdo de otros o incluso como un símil que se aparece en sueños y al que le hacen caso omiso para no tener que sentirse y, cambiar.

Los cambios dan miedo. Creemos que algo no constate puede ser perjudicial a nuestro dia a día y, sin embargo no soportamos la rutina. Nos acomodamos en un espacio y entorno que nos parece apropiado y, una vez aprendido tenemos que salir de ahí para seguir un camino diferente, afrontar nuevos retos, nuevas gentes, lecciones nuevas, un lugar diferente y circunstancias también listas para ser experimentadas En sí es como no estar nunca conformes con lo que tenemos. El camino se vuelve pedregoso o llano solamente por las decisiones que tomamos. Y si, realmente somos los únicos capaces de saber por dónde ir, así sea de modo inconsciente el modo en cómo se resuelvan situaciones.

Grato es recordar que es sincero el hacer, sin esperar algo a cambio de ello, sólo el dejase llevar por los propios sentimientos, la intuición que nos guía.


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©Aaundá