Momentos de Limpieza

Puedo decir que antes, tenía dudas de llorar o callarme. Creía que de alguna manera podía elegir entre ambas opciones. Cómo si una fuese excluyente de la otra. A veces los pensamientos son mezcla de nuestra propia extraña realidad que hemos creado y a la que no le hemos puesto cara.

Es un sentimiento común, tanto en ti como en mi. Lo cierto es que  hace un tiempo se apoderó de mi corazón una pena un tanto extraña, hoy le pongo ya nombre y la enmarcó en la necesidad de duelo y luto que me tocaba vivir. Una etapa compleja porque si bien se enlazaron varias seguidas y de la cual creí que estaba libre de pasar por sentirme sana, capaz y consciente del regreso al Hogar. Y si, gracias a la vibración en la que estaba pude asimilar desde otro punto el proceso, pero igualmente esos sentimientos tenían que ser soltados.

Recuerdo que no acababa de reconocer mi duelo, el proceso interno e intenso que por momentos, parecía que ya no estaba y de pronto, saltaba a mi encuentro y me ahogaba cada vez más. Fueron muchas las lágrimas que salieron de mi corazón a través de mis ojos, fueron tantas que aún recuerdo su sabor a dolor mezclado con incomprensión, tristeza, vacío. Era tiempo de limpieza de mi dolor, mi silencio, de la soledad en la que estaba y en la que parecía tenía que seguir y a la vez que limpiaban, me llenaban de fuerza, de amor, de todo. 

Sabía que Dios estaba en mí y que me arropaba, era mi compañero en el que confiaba, porque sabía que habia sido sus momentos, sus decisiones. Sus propósitos en esta vida ya habían sido logrados y, por eso decidieran irse. En mi lucha humana contra la incomprensión, fui consciente de la partida y del regreso al Hogar y me llené se Luz, del Amor que todo lo puede y que, gracias a él somos en este tiempo de aprendizaje. Nunca estamos sólos, sólo decidimos hacer un trabajo que nos ayuda a seguir aprendiendo para avanzar.


enAmor Agradecida ©AsunAdá
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