Los sonidos nos transportan a lugares. A veces nos evocan recuerdos, otras nos hacen soñar, y también hay momentos en que nos llevan a experiencias mágicas donde creamos realidades, o también dónde somos conscientes de soluciones clave en nuestro camino.
La vibración de las notas provoca en nuestro interior un resonar perfecto que nos mueve y crea la experiencia que necesitemos. Son el regalo perfecto para cada momento en amor con nosotros mismos.
Vivir en el ahora nos permite ser conscientes de nuestro estado, de nuestra vibración constante, algo tan básico y necesario para ser consecuentes con nuestro propósito de vida.
Creamos la realidad en que vivimos, con lo que también resultado nuestro es el estado en el que nos encontramos. De la misma manera que somos nosotros los que decidimos qué responder y cómo resolver cada situación. El mantener elevada nuestra vibración hará que la transformación sea hacia fuera, que es la única de las maneras sincera para ser verdadera y transmutadora de uno mismo hacia el todo.
Bailar con nuestra sombra nos hace ser conscientes de lo que verdaderamente somos y de la propia libertad. El Amor que nos profesamos es la base de la Gracia para reConocer nuestro Don. En la entrega de este baile, dónde Sombra y Luz confían y se funden es el propósito del presente encarnado, nos dice que Somos AMOR en Vida.
Agradecida ©AsunAdá
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