La sencillez que te envuelve es tan sutil como tu aliento, como cuando me susurras y siento que me abrazas en cada momento en que creo caer, cuando mis fuerzas humanas me dicen que ya no más, que no saben por dónde toca ir. Entonces me paro, respiro y tú me llenas, alimentas mi alma para poder seguir, al menos, un poco más en este regalo de experiencias.
Si, a veces siento que ya está, que no puedo más porque ni me encuentro ni sé qué hago aquí parada en medio de la nada llena de silencio o sintiendo como todo lo que me rodea me habla y me anima a seguir estando, a que encuentre ese motivo que por un motivo u otro por momentos parece despistarme y perderme en el mundanal ruido del mundo.
Si, a veces me canso. No por todo el camino recorrido, sino por cada vida y experiencia que lleva mi esencia, en mi alma.
Y sí. quizás como tú tenga esas flaquezas de permitirse caer para alzar el vuelo con más ímpetu, con la sabiduría que el universo me ha ido dando. Como parte del todo que somos tenemos la capacidad de volar, de amar cada momento por extraño o sin sentido nos parezca. Y es entonces cuando miro fuera de mi para verme en el presente y sonrío porque sé que un aprendizaje ha concluido y así, va quedando más aprendido y menos para regresar, quizás a ti, contigo o simplemente a mi y al Hogar... Cada momento sabemos que es único, como cada uno de nosotros y, llenos del amor verdadero que nos hace ser Uno. Te Amo.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
Comentarios