Nos creemos pequeños, mínimos, menos que, insignificantes...
Somos capaces de compararnos con otros tantas veces que nos perdemos. Damos fuerza a la capacidad de juzgarnos duramente y tanto que dejamos de ser conscientes de nuestra grandeza y divinidad.
Acaso te parece que una bella flor que nace en un muro, o una mariposa, un colibrí y así hasta completar el todo del que somos parte se paran en algún momento para juzgarse, para verse menos que otros incluso. Sólo el ser humano es tan capaz de algo así, que seguramente si le preguntásemos al resto de seres creo que no serían capaces de entender siquiera de qué les hablamos.
Permitimos que la esencia que somos se pierda en la competencia, en la lucha, en las comparaciones, en un ego que nos habla solamente de tener que, cuando la vida es un hacer lo que el ser es...
Siempre Agradecida, enAmor ©AsunAdá
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