Es entonces cuando llega el momento, ese en el que el tiempo se detiene y en él, lo que conocías como tu vida también lo hace.
Llegamos a ser consciente de que la vida es un paso más en nuestro aprendizaje como seres, pero a veces se nos olvida ser conscientes de lo que realmente significa. Sabes que estás aquí y que cuando tus lecciones lleguen a la aceptación y aprendizaje correspondiente, tu tiempo aquí habrá terminado. Será la hora para regresar al Hogar.
Pero, ¿sabes cuándo o cuál va a ser esa última lección previa a la partida? Posponemos, dejamos de hace, dejamos que el enfado nos alimente, nos atamos quizá para intentar dar pasos más lentos o cómodos, nos acomodamos en un avisa que dejamos nos marquen, nos mentimos con eso de ya más adelante lo haré si eso que hay tiempo de sobras.... Y va y en ese transcurrir resultó estar el regreso a Dios y, sí, nos pilló por sorpresa. No nos dimos cuenta de creer, de ser en el ahora conscientes y así dejamos este cuerpo con temas pendientes por decir, sin hacer, sin leer, todo un conjunto de detalles que nos ayudaban en el día a día de la presencia, y que nuestra inconsciencia de no vivir el presente permitió como resultado alejarnos de nuestra mejor versión.
Esta noche mis visiones han sido claras como siempre, mi consciencia me recordó que me olvidaba de ser consciente de que en la vida aún siendo experimentada, una milésima que sea no consciente del presente nos puede sorprender con un hola o un aDiós.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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