La gratitud a la vida es algo tan sencillo como grande. Es ese regalo que le damos a la pureza que nos ayuda a estar en este ahora, en esta vida en la que tantas veces nos sentimos fuera de lugar, extraños o incluso solos.
Por eso es importante que sepamos reconocer quienes somos y cuál es nuestra vibración. Desede este lugar de consciencia de conocernos, es solamente desde el que podemos encontrar y reconocer nuestra verdad pura y sincera.
Cuando tengo un gran día, y cuando necesito sentir que también lo es, miro al cielo y con la mejor de mis sonrisas giro para sentir ese abrazo del Universo que me acoge en sí mismo. Por ello es que siento tan intensamente cuando el cielo se convirte en mi aliado, cuando me cobija entre su belleza y su suave susurro de plenitud. Y sí, lo hace cuando me siento rota por el momento que me invade y cuando siento el amor de la sutileza de la esencia de la vida.
La dicha es en mí y por ello doy gracias en cada oportunidad a la Gracia Divina.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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