En la vida llega un momento en que o paras a conocerte o, siguen pasando los días sin tener claro quién eres o para que estás aquí. Cierto es también que no para todo el mundo es este modo de vivir una realidad, con el simple hecho de seguir haciendo lo que hasta ahora han hecho les sirve para saber que viven, incluso aunque no acepten ni el paso de los años ni el cambio en la sociedad.
Hay almas que viene a experimentar, otras en su propio proceso traen la misión de abstenerse, otras de ahogarse, otras vienen para amar y ser odiadas, otras para experimentar la grandeza del amor y así, en un sin fin de oportunidades que tenemos y traemos para aprender, para experimentar y del mismo modo, decidir vivir en este ahora.
En nuestro propósito de vida traemos recuerdos o alcanzamos a tenerlos bien por visiones, sensaciones, experiencias en sí que nos aportan ese click necesario para desencadenar en algún propósito que necesitemos desenmascarar. Así sucede cuando nos encontramos con seres que sin conocernos previamente, algo vibra en nosotros qué, a modo de recordatorio nos dice algo así como "por fin", "has llegado", "sigamos juntos desde ya". Pueden ser tantas opciones, tantas oportunidades que no siquiera podría enumerar y no quedar sin alguna por decir.
Cuando estamos en el camino del reconocimiento, del querer saber todo sobre nosotros se nos abren puertas que nos traen maneras nuevas de ver y experimentar el caminar. Por eso que cuando inviertes en ti, en conocer de cerca tu interior y reconocer la esencia de tu existencia, el presente pasa a ser tu mejor versión desde la confianza en ti y en el fluir para con la vida.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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