Comunicamos y no sabemos cómo llegar a aquellos, a los que pretendemos transmitir algo.
También es cierto que, no depende sólo de nuestro mensaje o de cómo lo transmitimos, depende de factores importantes como el medio y el receptor, que no es otro que el modo, intención o comprensión de quién lo recibe.
Puede incluso que ni siquiera ese mensaje sea para un entendimiento del propio momento, sino para un nuevo ahora en el que podrá ser la clave que se precise.
A veces las horas del día parece que se van transformando y alcanzan el punto álgido de la desesperación, de lo irracional, de lo más absurdo, extraño, confuso o absolutamente abstracto que uno pueda soportar, luego tras la observación de los sucesos desde la quietud que emana el sencillo y completo corazón se logra discernir el ahora y el no ser. Pretendemos dañarnos cuando en realidad, sólo hay que seguir caminando sin hacer nada y, sin dejar de hacer.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
También es cierto que, no depende sólo de nuestro mensaje o de cómo lo transmitimos, depende de factores importantes como el medio y el receptor, que no es otro que el modo, intención o comprensión de quién lo recibe.
Puede incluso que ni siquiera ese mensaje sea para un entendimiento del propio momento, sino para un nuevo ahora en el que podrá ser la clave que se precise.
A veces las horas del día parece que se van transformando y alcanzan el punto álgido de la desesperación, de lo irracional, de lo más absurdo, extraño, confuso o absolutamente abstracto que uno pueda soportar, luego tras la observación de los sucesos desde la quietud que emana el sencillo y completo corazón se logra discernir el ahora y el no ser. Pretendemos dañarnos cuando en realidad, sólo hay que seguir caminando sin hacer nada y, sin dejar de hacer.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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