Se nos ocurre pensar, digamos que en todo. La cuestión es que en numerosas de esas veces, la conclusión a la que llegamos es errónea, confusa o dispersa al entendimiento de la razón. Pensamos muchas veces sin aplicar el sentimiento, el consciente y la energía para saber qué todo está bien y que nos trae un mensaje, una lección con la cual aprender. Y es que cada instante en que vivimos podemos ser conscientes de todo lo que sucede y que nos brinda la oportunidad de ser nuestra mejor versión, de crecer.
La vida tiene un fin físico, quizás sea en este instante en que lees, o en un instante a corto plazo o en un futuro o quizás ya ha sido. Aunque aprendemos el arte de vivir en el presente, las posibilidades de la existencia y de la no existencia son parte de la vida una vez decidimos venir a experimentarla y, como seres humanos, tenemos la misión de ser nosotros mismos.
Por eso es que tan importante es vivir, como saber que la vida tiene una meta, un fin, una muerte del cuerpo en que cambiamos la apariencia para seguir a nuevas opciones y decisiones en las que quizás nos traigan de nuevo a una vida, o no.
Vive la vida desde tu alma, compartiendo todo el amor que te sea posible y cuando dudes de poder dar más, intenta una vez más darTE, sólo el que comparte lo que tiene se convierte en el humildad que la compasión requiere y por la cual estamos en esta comunidad donde debiéramos hacer el Bien sin juzgar, sin discriminar, sin separarnos pues, Tu eres Yo y Yo soy Tu.
A ti que una vez me llamaste en sueños y me permitiste así recordar nuestro pacto entre almas reEncarnadas.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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