El Vacío

Nos diversificamos en tareas que nos absorben el tiempo que tenemos para estar en nosotros y conocernos, para aprovechar y ver crecer a nuestros hijos, para pasear con nuestra pareja, para jugar con nuestro fiel compañero, ... y así seguiría enumerando miles de cosas, opciones o quehaceres a que nos dedicamos para no detenernos en nosotros, en nuestro interior y en el silencio de nuestro corazón al que tantas veces oímos gritar y le hacemos caso omiso.

El vacío se llena con la armonía de nuestra alma pues es con su paz que nos alimenta y sana el ahora en todos los tiempos. Resulta por ello que cuando ella lo está, también lo refleja nuestro interior.

A ti, para que ojalá y te des cuenta antes de que se hayan marchado de tu lado aquellos a los que dejaste de prestarle atención, y no estés mirando al sillón de enfrente que está vacío, ni al que está a tu lado, pues la presencia de una manta es la que te acompaña.

Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá


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