Queremos que nos cuiden y a veces incluso buscamos la enfermedad para que así sea, y luego cuando hemos caído en ella, nos molestan los cuidados.
Todo sucede para lograr un objetivo, sepamos o no el motivo o el resultado en sí. Cuando algo llega a nuestra vida trae una misión que cumplir y de una manera u otra así se alcanza. Sucede un tanto así con las enfermedades, que a veces somos inconscientes en ellas pero siempre vienen acompañas de lecciones por aprender y suelen producirse tras intentos fallidos de ese aprendizaje. Sumado todo, logramos un conjunto que desencadena en enfermedades que nos hacen estar de alguna manera o por necesidad también, a merced o al cuidado de otro u otros. Ahí llegan nuevas lecciones para todas las partes implicadas.
Por generalizar. Podríamos decir que todos necesitamos ser amados, sentir que nos aman y a la vez compartir nuestro amor con otros. Hasta ahí correcto si hablamos en términos de libertad y del amor que es un dar sin esperar a cambio, lo complejo es cuando nos dan y aunque lo hemos pedido somos reacios a recibirlo. Algo como cuando en la enfermedad, hemos de ser cuidadosos y lo rechazamos. El ser humano es tan absurdo a veces que todo en su mismo lleva su propósito, aún por más extravagante que pueda resultar o insípido. El propósito de cada alma es conocido por si misma y se encamina a lograr sus aprendizajes, sin mediar en la culpa, en la crítica y como tal en el juzgar las decisiones de las demás. Desde el Amor todo es posible si tú voluntad nace en ti.
Siempre enAmor Agradecida ©AsunAdá
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